martes, 29 de mayo de 2012

MIENTRAS PENSAMOS




Que la vida es muy larga.
No sé, o corta. Mira, puede ser larga para llenar una copa con gotas de vino. Una a una. Así, plop, plop, plop... Sin parar. Pero si te digo que vacíes un río de la misma manera, gota a gota, entonces te parecerá corta. Pero en general creo que todo se hace eterno: las mañanas en el trabajo, las noches sin dormir, el sufrimiento...especialmente el sufrimiento. No termina nunca.
¡Entonces es el dolor el que no tiene fin! Camina de espaldas sobre tus palabras: sufrimiento, noches, trabajo. Pero si te digo: una buena película, la boda de tu mejor amigo, la primera vez que haces el amor con ella. Entonces la vida parece corta, ¿verdad?
Sí, pero me hablas de momentos, de fotografías veladas, de escenas en pausa. Yo te hablo de la vida. Así en general. Desde que naces hasta que mueres. Desde que naces hasta que no sabes cuándo mueres. Porque eso es exactamente lo que hace que dure más o menos. La muerte. Pero como al nacer no nos lo dicen, entonces contamos días de más en vez de días de menos. Y así, sumando días, parece más larga. Porque si, cuando naciese cada niño, le susurrasen mientras llora por primera vez: cuatro años, asfixia; quince años, accidente de moto; cuarenta años, cáncer...entonces claro, así contaríamos de más a menos, y la vida sería corta. ¿No crees?
Es posible, pero solo supones. No te quedas con lo que hay. Al final solo reunimos una bolsa llena de instantáneas. Y ni eso nos podemos llevar. Si me hablas de la muerte, nos vamos sin nada. Como llegamos. Pero ¿y el mientras?. El mientras es más largo que corto. Y sí es cierto lo que dices, que es largo porque no sabemos qué corto es. ¿Qué vas a hacer tú con tu mientras?
Voy a colorearlo de azul. Siempre me ha gustado el azul. A lo mejor invito a algunos amigos. Y a ella. Siempre ella ¿Y tú? ¿qué vas a hacer?
Yo me voy a sentar a pensar, porque aún no tengo claro si el dolor es para toda la vida.

8 comentarios:

  1. Mientras..., pues el mientras lo quiero con sabor de eternidad, sabiendo acoger lo que la vida me traiga -también el dolor- con la mejor de las disposiciónes, sabiendo que alla en el fondo, muy adentro, llevo un anhelo que me habla de que al final me llevaré todo el amor que me habita. Solo el amor vive siempre.

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  2. Yo el mientras lo quiero con sol de junio, de la mano de quien desee dármela, caminando hasta la meta para poder mirar atrás y ver cuánto he recorrido sin derribar a ninguno de los otros participantes. Berta ( y con tantas letras...)

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  3. y gracias por pasarte por aquí María!! un besazo!!

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  4. es un placer leerte.
    puedes pasar del relato poético al ensayo profundo, caminando sobre tus poesías llenas de campanillas........
    UN PLACER

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  5. Muchísimas gracias por compartirlo, TODO!!Berta- hija

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  6. Me chifla el azul, y también el mientras azul. El dolor es para toda la vida, pero muta en su esencia, y sobre todo, gracias a Dios, en su intensidad. No es malo tener ese dolor, nos hace humanos, pero claro, siempre que sea soportable y merezca la pena... En fin. Que me encanta leerte. ¿Adivinas quién soy, Bertucci?

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  7. Es lo único importante porque simplemente es lo que tendremos. Eses mientras tristes, dolorosos y eternamente largos; también eses otros mientras maravillosos pero cortos, casi instantáneos y, normalmente, la mayoría de las veces, eses mientras anodinos, planos que no son más que la transición entre ambos.

    Que la Cuesta de Mollanos caiga rendida a tus pies.

    Antonio

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  8. Mil gracias Antonio. Tus comentarios son extraordinarios, siempre aprendo de ellos!!!
    Ese Bertucci....Sandrita???

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