miércoles, 7 de marzo de 2012

CUANDO TE LEVANTAS

Igual que lo hacen las ballenas, escupes tan alto que la pared del cuarto de baño siempre padece el rastro de tus mañanas. Te gusta cepillar las últimas muelas durante dos o tres minutos mientras imaginas cómo millones de bacterias escapan entre las cerdas y la pasta blanca. Te sientes poderoso arrancando las células muertas de las encías y de la base de la lengua, de la nunca has podido observar las costuras que la unen a tu garganta.
Una vez lo intentaste pero las arcadas semejaban contracciones estomacales, y no estabas dispuesto a sacrificar tus papilas por un momento de curiosidad.
No te gustan tus incisivos. Supongo que al haberlos ocultado durante quince ortodónticos años ha hecho que los olvides para siempre. Ni siquiera para enseñar una-media-sonrisa.
Y ahora que sabes que me has jodido durante tanto tiempo, entre lágrimas de acné y espuma de afeitar, se te ocurre darme un beso todas las mañanas, llenando de mierda tu reflejo, a pesar de que me mantengo tan frío como el día que te conocí.
Me aburren tus mañanas. Cuando te levantas.

6 comentarios:

  1. ¡Uf! ¿Y sigue allí?

    Sin haber contado las palabras, tengo la sensación de que si es para REC te has excedido del límite, ¿no?

    En cualquier caso, me gusta el hedor a desamor que has sabido imprimirle.

    Un abrazo,

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  2. Ni cuento las palabras...solo juego!! Gracias Pedro! Espero que nos reunamos pronto! tengo ya ganas del volumen II!! Un abrazo

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  3. qué coincidencia: mi espejo opina lo mismo de mi... ¡ya ni siquiera me contesta cuando le pregunto quién es el más hermoso de este mundo!

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  4. jejeje..estará viejo..vista cansada..es mejor que lo jubiles..gracias por pasarte!!!

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  5. Los días trascurren y mañana tras mañana lo/la ves como, poco a poco, aparecen los signos del cansancio, de la melancolía, de la decepción, ... de la rutina. Al principio son solo síntomas, después verdaderas evidencias que ni el vapor ni el amor transformado en cariño pueden disimular.

    Antonio

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  6. Y en cada arruga, una historia... Precioso tu comentario Antonio!! gracias!!

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