sábado, 28 de enero de 2012

LA AMENAZA DEL SILENCIO

La Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas de mil novecientos noventa y dos regula en su articulado el silencio administrativo. Ésta es la materia que expondré en esta ponencia. Les animo a participar y hacer así el curso más ameno, dado que el contenido del mismo es un poco… árido. Joder, se van a dormir. Treinta caras bostezando. El artículo cuarenta y dos de la misma Ley, como ustedes bien saben, obliga a la Administración a dictar resolución expresa en todos sus procedimientos. Parece que están muertos, no sé si me están mirando a mí o soy transparente y miran directamente a la pared… El apartado tres de este artículo introduce ya el silencio, estableciendo que será la Administración la que notifique en su resolución los efectos del mismo al administrado. Muertos, parece que están todos muertos. Solo veo caras pálidas. Caras inmóviles. No tienen expresión. Me han metido en un aula con treinta muertos. Son los artículos cuarenta y tres y cuarenta y cuatro de la Ley de Régimen Jurídico los que regulan el silencio, diferenciando sus efectos según se trate de procedimientos iniciados a instancia de parte o de oficio. ¡Escriben! ¡Los muertos escriben! Parecen zombis. Una clase llena de zombis nauseabundos. En cualquier momento empezarán a caer brazos al suelo, o cabezas encima de las mesas. Al menos el aula se teñiría de rojo... El artículo cuarenta y tres establece como regla general el silencio positivo, excepto en los casos tasados, como, entre otros, que se transfieran facultades a terceros sobre el dominio o servicio público, así como los procedimientos de impugnación de actos y disposiciones. Los zombis no conocen el derecho administrativo. Estos tíos están escribiendo mi necrológica. La chica de la primera fila me ha sonreído. Me lo imagino: “Fallecido ponente mientras impartía un curso sobre el silencio en la Administración. Haciendo honor al título varios alumnos lo acuchillaron sin que ningún ruido pudiera alertar al personal de seguridad” Me estoy acojonando. La estimación por silencio administrativo tiene a todos los efectos la consideración de acto administrativo finalizador del procedimiento. Estoy sudando. Mierda. Que no se den cuenta de mi miedo. Que no se den cuenta de mi miedo. Que no se den cuenta… En los casos de estimación por silencio, la sudoración expresa… perdón… la resolución expresa posterior a la producción del acto solo podrá dictarse de ser confirmatoria del mismo. El tipo obeso de la segunda fila también escribe. Otra necrológica: “Hombre mórbido se sienta sobre su ponente hasta esparcir sus sesos por el suelo, mientras decenas de zombis se alimentan de los conocimientos del fallecido” Es eso, se van a comer todo lo que sé. Putos ignorantes. En el caso de desestimación por silencio administrativo, la resolución posterior al fallecimiento… digo… vencimiento del plazo, se adoptará por la Administración sin vinculación al sentido del silencio.
Mierda, ¡mierda! No me puedo poner nervioso. Olerán mi miedo. Seguro que ya lo saben. Están preparando la manera de eliminarme. Los dos chicos de la segunda fila se acaban de pasar una nota. Lo he visto. Es su estrategia. Habrán decidido quién atacará primero. Cómo lo hará. Se están organizando. Treinta putos zombis. Tengo que salir de aquí. En los procedimientos iniciados por asesinos, según el artículo cuarenta y cuatro, se producen los siguientes efectos. Se han despertado. Joder. Están moviendo los ojos. Las cabezas. Se miran… Vale, tranquilo, piensa rápido. Si del procedimiento se derivan cadáveres, los interesados entenderán desestimadas sus pretensiones de salvarse, por silencio. Hace mucho silencio aquí, ¿no les parece? Podríamos abrir las ventanas. Sí, esa de la derecha. Gracias joven. No, esa no es una opción, no puedo saltar. Estamos en un segundo piso. Me rompería las piernas. En los procedimientos en que la Administración ejerza potestades amenazadoras, o de intervención, los zombis producirán la caducidad. Joder, no sé qué estoy diciendo. Eso, la caducidad. Se están levantando. Me miran. Mierda. Vienen hacia mí. Como decía, la resolución que declare la caducidad ordenará el archivo de las necrológicas. ¡Las putas necrológicas! ¡Sacad las putas necrológicas! ¡Sé quiénes sois cabrones! ¡Que nadie se acerque a mí! ¡Nadie! ¡Ni un solo paso! ¿Habéis entendido? ¡Ni un solo paso zombis de mierda! La ventana. Aire… Puedo escapar… La ventana…

6 comentarios:

  1. Recuérdame, siguiendo el hilo, que un día "intente" contarte el chiste del psiquiatra sobre la neurosis (si es posible, en una Xuntanza).
    Me ha gustado el ser consciente de ese despropósito inconsciente envolvente que nace en nosotros bastante habitualmente.

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  2. Gracias! Te lo recordaré encantada..lo de la Xuntanza me da alguna pista..

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  3. Por un momento pensé estar viendo un episodio de "The Walking Dead". Tienes un punto "macabro" interesante.

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  4. Es interesante también descubrirlo...Gracias!

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  5. tia,háztelo mirar, pero me acojonas......
    otra vez de muertos como el de la sepultura de marzo...
    no se puede parar de leer, cada vez más deprisa para escapar pronto........
    otra vez la "anónima de tu madre"

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  6. mamá!!!!! jajajajaja!!! no te reconocía!!!me parto!!!eres genial!!!gracias!!

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