lunes, 11 de julio de 2011

REVERSIBLE

Introduje las manos en mi ombligo para saber si tenía fondo; para saber si había algo más detrás de la piel. Pero no encontré ningún cordón del que tirar; ninguna conexión con otra vida diferente a la mía.
Asomé después los ojos al vacío de mi mitad, y el vértigo me hundió en la oscuridad, mientras perdía en su interior la espalda y la cabeza, que perseguían a unas manos curiosas.
Sentí la protección de mis entrañas, así que introduje las piernas para que, de esa manera no me encontrases jamás. En el interior de mi ombligo.

3 comentarios:

  1. Había que poner por aquí un botón "me gusta"

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  2. ingenioso , inquietante y lleno de esa poesía con la que sabes mirar cada cosa... Dominique

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  3. Muchas gracias Domi! A veces tener un escondite a mano no nos vendría mal..

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