martes, 9 de noviembre de 2010

ADIOS

Tenía la boca llena de palabras, pero no podía elegir cuál de ellas sería la primera, la que cogería de la mano a las demás para echar a volar hasta sus oídos.

Solo podía mirarle.

Con la maleta en una mano, y el bolso en la otra, su cuerpo, clavado en el suelo de aquel aeropuerto, se congeló de amor.

Quería recordarle. En silencio

7 comentarios:

  1. en una despedida no salen las palabras.
    Solo nuestra mirada habla y los ojos absorven la imagen que queremos guardar.

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  2. Y cuánto sabemos de eso!!!Gracias Coque!!!!

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  3. "Sólo podía mirarle" y por suerte no hacía falta nada más.

    Me encanta: "Su cuerpo se congeló de amor"

    Berta: haces poesía. No me cansaré de decirtelo.

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  4. Si no fuera porque sin despedida no hay reencuentro posible, ni poesías como la tuya, decir " adios" sería demasiado duro... Dominique

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  5. Tienes razón Dominique!! después del "adiós" llega, tarde o temprano, el abrazo de reencuentro..¿Cuándo te doy el mío?

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  6. el silencio guarda mas que mil palabras...

    muy bueno berta

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