martes, 10 de agosto de 2010

PINCELADAS

-A ver nena, siéntate bien, así, que no se te arrugue el vestido. ¡El lazo, Marieta, vas a deshacer el lazo! ¿Qué te dijo mamá antes de entrar en la consulta? Que tenías que comportarte como una señorita.
La mujer caminaba con pasos cortos por la sala colocándose el pelo con las manos.
-Bueno, como le decía, doctor, la niña, que está rara, no ve bien, o sí, pero ve cosas que no son normales. Se lo digo en confianza , que en mi familia nunca ha pasado algo así, y no me gustaría que esto se supiese, ya sabe como es la gente…
-No se preocupe, señora...
-Rodríguez de Sabio y Miramonte, de los Miramonte de toda la vida, de aquí de Toledo, ya sabe…
-Sí, por supuesto. Me hago cargo. Salude a su padre de mi parte. Un hombre magnífico -dijo el doctor mientras apretaba un cigarrillo contra el cenicero y echaba la última bocanada de humo por la nariz
-¡Mamá, me hago piiiiiiiissssss!
-¡Marieta, hija, qué bochorno!
La mujer disimuló el rubor de sus mejillas con el pañuelo de seda que sujetaba en su mano.
- Bueno, vamos a ver, pequeña, mira hacia allí y dime lo que ves
-Veooooooo…¡ una avispa en una margarita! -gritó mientras abría los brazos en cruz.
-¡Marieta, hija, no te rasques los ojos! ¿Lo ve doctor, ve lo que le digo? ¡Cambian de color!-exclamó la mujer
-Vamos a intentarlo otra vez, a ver, dime ¿qué ves ahora ?-insistió el hombre.
-Ahora veo el mar lleno de nubes, ¿o es el cielo que tiene olas?. Me hago pis mamá..
Marieta balanceaba sus piernecitas mientras golpeaba con el botín la pata de la silla.
-Es un caso increíble, desde luego. Extraordinario. Veamos qué pasa si te frotas los ojos una vez más niña, ¿qué ves ?-dijo el doctor
-Al rey Baltasar con un saco de carbón, pero está todo muy oscuro, no hay estrellas…
- Efectivamente señora Miramonte, su hija ve la vida de colores.
-¡Dios mío! ¡Así que es verdad! ¡Qué vergüenza! ¿Qué va a pensar mi madre, los amigos de mi marido? Peor, ¡sus esposas!¿Acaso cree usted que no he sido una buena madre doctor? ¿Cree que no me siento responsable de esta desgracia?
-Señora Miramonte- interrumpió el doctor mientras se acercaba despacio hacia la mujer-no se aflija, permita que le preste mi apoyo. Así, desahóguese, Abrácese a mí si quiere. Tiene el cabello muy suave, ¿sabe? Huele tan bien..Y su hija….su hija recibe la mejor formación, no me cabe la menor duda, e irá a colegios de pago, a universidades de prestigio. Una buena educación, estricta, por supuesto, inflexible, solucionará este problemilla…
-Doctor, yo…usted…-dijo la mujer mientras miraba con ojos encendidos el batín burdeos del hombre.
-Marieta apreciará la realidad en blanco y negro.Será una mujer de provecho. Llore, señora, no nos ve nadie. Así, respire hondo. Coja aire con el pecho, así…Como le decía, esto lo recordará usted como una anécdota… Y su piel, señora Miramonte, es tan tersa…
-Mamá…me he hecho pis.

6 comentarios:

  1. Jolín Berta que bueno. Me ha gustado mucho eso de que la niña ve el mundo de colores y el final inesperado. Aunque es evidente que el médico miente. La señora Miramonte no puede tener la piel tersa, como poco la tiene tensa. El médico va a lo que va.
    El experimento un éxito: Dialogas de maraviilla.
    Así que ahora eres la mujer cañón que recita poesía y dialoga mientras vuela.

    Besos y abrazos

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  2. Creo que has definido a Mary Poppins!! jajajaja!! Gracias Miguel!! siempre aprendo de tus críticas!! nos vemos hoy en tu piscina! un besazo enorme!!

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  3. Otro bonito cuento que me guardo en la caja de los cuentos para mis hijos, si es que tuviese que tenerlos (aay...)
    Otro cuento perfecto, Berta

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  4. Me gustó mucho.
    enhorabuena

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  5. Muy original Berta. Que pena que pretendan que no veamos la vida en colores.
    Me ha gustado mucho.
    El final es muy bueno, sorprendente. La madre una inocente, la hija prodigiosa y el medico y cara dura.
    Coque

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  6. Llega un momento en la vida en que es una elección personal: colores o no..Yo elijo lo primero. Gracias Coque. un beso grande

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