La señora Democracia cogió el balón del Mundo bajo el brazo hasta que algunas balas manchadas de sangre y gritos sin voz de niños con más piel que hueso le quemaron la palma de la mano que sujetaba los continentes de Asia y África.
Al caer en el suelo el Mundo rebotó varias veces y se desprendieron de él hombres y mujeres de todas las razas que no había aferrado su corazón a la tierra, sino que formaban nubes de corrupción, decisiones ambiciosas y amenazas con olor a pólvora.
La señora Democracia recogió el balón del suelo y después de limpiar los restos de nubes con un soplido de sufragio universal y esperanza, sujetó el Mundo con las dos manos, mientras se mojaba la yema de los dedos con el agua de los océanos; porque el sol las secaría más adelante.
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berta...es esplendido, sin palabras!!!!
ResponderEliminarGracias Gustav!! estoy inspirada..¿será la primavera?..Gracias por pasarte!!
ResponderEliminarMe encanta.
ResponderEliminarAunque me da a mí que no va a ser tan fácil acabar con esas nubes. ¿Qué tal una buena aspiradora?
Gracias Miguel!! me ha encantado verte por aqui! (si sabes dónde las venden...avísame!) beso grande de croassant parisino!
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