miércoles, 23 de marzo de 2011

LA CUARTA NOCHE

PRIMER ACTO

Personajes

Mujer de unos cuarenta años, alta, delgada y vestida con un camisón blanco de seda.
Hombre de la misma edad, atractivo, de complexión atlética y vestido con un pijama azul marino.

En el escenario una plataforma sobre la que se encuentra una cama de matrimonio con sábanas blancas y un edredón de color marrón. El cabecero es de hierro negro y se apoya en una falsa pared. Hay dos mesillas de madera de roble a ambos lados de la cama. Los personajes aparecen acostados.

El escenario se presenta en la oscuridad. Suena un despertador de doble campana. El volumen del sonido aumenta de manera progresiva. Se ilumina la cama.

MUJER: (se incorpora de la cama sobresaltada y apaga el despertador. Mira a su marido. Voz somnolienta) ¿Pero cuántas noches llevas sin dormir?
HOMBRE: (se desesperaza estirando los brazos y bostezando) Creo que tres, ya he perdido la cuenta
MUJER: Deberíamos de ir al médico esta tarde.
HOMBRE: No te preocupes cariño, esta noche me preparo una infusión de tila, pasiflora, valeriana…
MUJER: (se sienta encima de la almohada) ¿Te preocupa algo? No sé… ¿va todo bien en el trabajo? Chico, ¡es que tienes los ojos como platos!
HOMBRE: (se sienta también en la cama con los ojos exageradamente abiertos) Ni si quiera los puedo cerrar. Porque si aún pudiera, no sé, pestañear, ¿ves? Así, como haces tú, con fuerza. Si, eso, tengo ganas de pestañear con fuerza, y de ¡frotarme los párpados!

La mujer revuelve en el primer cajón de la mesilla que está a su lado y elige un juego de ropa interior. Se pone de pie y mientras se viste un albornoz rojo sigue hablando ahora más alterada

MUJER: ¡Es todo tan raro! A lo mejor es el jet lag…, sí, seguro que es eso…¡Solo han pasado 72 horas desde que aterrizamos! Y en la India hay…¿ siete horas menos? ¿ocho…?
HOMBRE: (cuelga las piernas de la cama del lado en el que ha dormido y bosteza)Puede ser, no lo sé…

La mujer sale del escenario.
El hombre permanece sentado sobre la cama aún con los ojos exageradamente abiertos
.

Se apaga la luz que ilumina la cama y se hace la oscuridad sobre el escenario. La plataforma sobre la que se ha instalado la cama se gira ciento ochenta grados y desaparece de la escena
Se escucha música hindú ligera y varias lámparas desprenden luces tenues que iluminan ahora la habitación de un burdel
La falsa pared es ahora la de la habitación de un burdel indio. Se decora con colores rojos y naranjas. Hay un dormitorio con un colchón en el suelo. Una cortina separa esa zona de otra en la que se presenta un cuarto de baño.
Sobre el colchón sentada con las piernas cruzadas una mujer de tez morena con un vestido tradicional indio sujeta un muñeco pequeño al que le clava unos palillos en los párpados impidiendo que se cierren.

FIN DEL ACTO

2 comentarios:

  1. No conocía tu faceta de dramaturga...
    Cada día me sorprendes, gratamente, más y más. Eres un torbellino de sensaciones.
    Gracias.

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  2. Ufff...me había olvidado ya de este trabajo!El que no arriesga....Gracias!

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