Cogí el arpón con la mano derecha aún manchada de sangre. La maldita araña venenosa fue la causante de que errara el tiro y diera de pleno en el pecho de la pobre ascensorista.
Sentí las carcajadas de las mascaritas mientras me dirigía al aseo y asesinaba a piratas, leones y esquimales…aunque mi única intención era llegar a tiempo para vomitar.
Micro a ocho manos: Raquel Romero, Cristina Calduch, Dominique Vernay y Berta Roca
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