Te prometí que nunca más volverías a tener pesadillas, y que yo mataría monstruos por ti.
Pasé la noche a los pies de tu cama, mientras luchaba con mi espada contra ogros, dragones y bestias negras cubiertas de pelo.
Cuando apareció la sombra de mi silueta bajé las armas. No me podía hacer daño. No quería.
Comenzaste a llorar mientras dormías. Yo era tu peor pesadilla.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario