Los brazos
tan abiertos
despegan
de otro miércoles
pieza celeste
quiero volar
y salto
marioneta
amarillo viento
gaviota aprendiz
y después
un segundo
dos, tres, cuatro, cinco
vuelo
sin hilos
y sin alas
como los pájaros muertos
como el granizo
grito
y mis manos
tocan ahora el mar
mis brazos
fríos
la boca
llena de olas
y mis piernas
se sumergen
también
hasta la punta de mis dedos
que miran el cielo
que ahora no veo.
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Cada vez le estoy cogiendo más gusto a la poesía y es gracias a ti. Me gusta el uso que haces de las metáforas, directas al corazón. Gracias por compartir con nosotros estos momentos introspectivos
ResponderEliminarGracias a ti por pasear por aquí!
ResponderEliminarDisfruto de las imágenes, las sensaciones, las sinestesias...
ResponderEliminarY eso que la poesía no es lo mío.
Un abrazo,
Gracias Pedro!!!! un abrazo!! espero verte pronto!
ResponderEliminarBonita metáfora de una de las actividades que más me gusta hacer. A la vez que lo leía estaba rememorando cada instante de ese maravilloso chapuzón
ResponderEliminarAntonio
Gracias Antonio. En invierno siempre recuerdo la sensación de sumergirme en el agua del mar y sentir el frío en la cabeza durante unos segundos. Es fantástico!
ResponderEliminarMe encanta !!! cuando quieras te vienes conmigo a pegarte un chapuzón en invierno a Barrañan !!
ResponderEliminarMe pego el chapuzón, pero si no te importa mejor en otoño...o primavera..;). Gracias por comentar Ale!! (tenemos pendiente Carril) Besote!
ResponderEliminarHoy hace un año de esta entrada...felicidades! ;)
ResponderEliminarCómo escribes, Berta, de verdad, es una gozada abrir cualquier mes y leer uno de sus días...eso hago en tu blog, a poquitos, a sorbitos...disfrutándolo....
Uff..me queda tan lejos este poema...Todo lo que sucede en un año contado en versos!! Gracias por disfrutarlo y compartirlo!
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