jueves, 26 de julio de 2012

(I) CONTANDO MIGAS: SOBREVIVIR

No voy a renunciar a ti. Sabes que lo han intentado. Desde que nací. Desde que nacimos. Los huracanes no traen nada bueno, decían. Y ahora eres más viento, y más lluvia, y más sol. Porque los huracanes empiezan y acaban, y cuando acaban, respiro mejor, porque todo está en otro lugar. No me gustan las cosas que están siempre en el mismo lugar. Al final, de tanto estar, se convierten en lo que las rodea, como las raíces de un árbol, que crecen en otra dirección porque esa roca está ahí, o esa casa tan cerca... O como las tartas que se creen molde. No saben que podrían ser cualquier otra cosa.
Y tú que naciste silbando, como el viento que se esconde en tu dormitorio, entrando por aquel rincón por el que no cabe la luz. Tú que naciste silbando, ahora aúllas, y remueves las raíces para que sean libres, y cocinas tartas en el aire...
Te habían ocultado tan dentro de mí que fue necesario arrancarte, parirte otra vez...y aullaste tan fuerte: SO-BRE-VI-VIR
No voy a renunciar a ti. Sabes que lo han intentado. Desde que nací. Pero mentían: silbar, es solo para valientes.